miércoles, 25 de noviembre de 2009

Esclavizados no tienen apoyo del Gobierno





Los bolivianos han sido esclavizados desde años. Distintos reportes, noticias han evidenciado este crimen que padecen miles de compatriotas quienes son víctimas de trabajar ilegalmente y estos se desarrollo en talleres de costura situados en edificios de los barrios de Buenos Aires- Argentina y San Pablo - Brasil
La pobreza que padece nuestro país ha provocado que millones de personas emigren a distintos países entre estos, a los cuales opto la población, con el fin de conseguir una mejor vida para ellos y su familia en Argentina y Brasil.
Ha sucedido muertes en estos años que han vivido de esclavitud los bolivianos o “bolitas” llamados así por algunos argentinos quienes oprimen a esta gente. Entre estas muertes se sucedieron la muerte de seis esclavos entre ellos cuatro niños en un incendio en la planta superior de un edificio en los que vivían en condiciones míseras.

Ya miles de conciudadanos entre los años 2006 a 2009 han colapsado el tráfico en el barrio de Flores en forma de protestas reclamando mejoras en su situación de subsistencia y trabajo, provocando dificultades en la circulación de las ciudades de Buenos aires y Brasil

Las autoridades bolivianas varias veces prometieron llegar a una negociación con las autoridades argentinas la forma de terminar esta forma de trabajo ilegal que explotan a ciudadanos que merecen un salario digno conforme a las horas de trabajo que son expuestos a poner mano de obra a productos exportados también de manera ilegal, pero esta negociación fueron solo palabras porque todavía aun siguen existiendo personas que siguen viviendo en el esclavismo

Según datos extraídos de distintas noticias transmitidas los talleres, en el que algunos bolivianos son esclavizados, son alrededor de 400 que se suponen ubicados, principalmente, en los barrios de Flores y Caballito,
Estos edificios tienen algunas características como las siguientes: se calcula que vivían unas setenta familias, que disponían de un solo sanitario químico y dormían hacinados en insalubres dormitorios comunes. Hombres, mujeres y niños vivían y trabajaban en las dependencias del local, que contaba con licencia para ejercer de taller de bordados. Allí se fabricaban a diario cientos de prendas truchas, con marcas falsificadas y de bajo coste, que luego eran vendidas en los comercios de la capital argentina.
Atrapados en su país de origen con promesas de trabajo y engaños (muchos bolivianos pensaban que un peso equivalía a un dólar), despojados a menudo de sus documentos, los bolivianos soportan jornadas de trabajo que comienzan a las 7 de la mañana y terminan a las 10 de la noche.
Quince horas con un implacable ritmo de producción, por el que no perciben más allá de 300 pesos mensuales. (Actualmente 1 US dólar es equivalente a 3.08 pesos argentino)
Apenas informado del incendio, el alcalde Telerman se desplazó al lugar del siniestro, para seguir de cerca los trabajos de extinción y rescate. El recuerdo de la tragedia de la discoteca Cromañón, donde murieron 194 jóvenes y niños, algunos, bebés de pocos meses, en diciembre del 2004, acaba de costar el cargo a su antecesor, Aníbal Ibarra, y Telerman no está dispuesto a que le suceda algo parecido.

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